"Donde hay patrón no manda marinero", el plan teórico de navegación debe hacerse antes de salir de cada puerto con todos los factores a tener en cuenta, (previsión meteorológica, horario de mareas, corrientes y rumbos trazados). Si no se presentan circunstancias que lo alteren, cosa que suele ser lo normal, se sigue y todos tan felices, cada tripulante sabe lo que tiene que hacer en las faenas de maniobras y en trajín rutinario, pero si se presenta un cambio de planes por el tiempo, avería, rotura, accidente o cualquier otra causa, no vale ponerse a discutir lo que debe o no debe hacerse, hay que tomar decisiones inmediatas, la democracia se deja aparcada y la responsabilidad la toma uno solo que suele ser el patrón, todos los demás agudizan los sentidos y se ponen a sus órdenes hasta que no se vuelva a la normalidad.
"No dejar cabos sueltos", otra expresión de la mar que se usa en tierra, ya viste en el Bailén que, como en todos los veleros, hay un montón de cabos para el manejo de las velas y las maniobras; estachas, maromas, drizas, escotas, el amantillo, el pájaro, contras, arnés y algunos más que se me olvidarán. Pues imagínate que en cada maniobra se van dejando los cabos de cualquier manera, se hará una maraña que entorpecerá la siguiente maniobra con el consiguiente peligro para el barco y los tripulantes. Se han dado casos de accidentes graves y hasta muertes por
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